Una de las cosas que más me llama la atención de las guerras, fue la propaganda que hicieron independientemente del bando del que procediera. En referencia a la clase que tuvimos acerca de la retórica visual y la publicidad, surgió este tema, y decidí investigar acerca del mismo.
Lo primero que es necesario decir, es que los carteles han cumplido y cumplen un importante papel como medio de comunicación, en el que el mensaje que se retransmite está estrechamente relacionado al contexto en el que ha sido producido, dando referencias sobre el mismo. Es por ello que no solo tiene un obvio valor artístico, sino que también aporta información de tipo sociológico, económico o político sobre una época. (Garriga-Nogues, R. G. 2008) Lo que estos carteles tan controversiales pretendían, era saturar al pueblo de imágenes políticas que convencieran a unos de la ideología de otros.
A pesar de la importancia que tuvo el cartel político a partir de la I Guerra Mundial, a mí me gustaría centrarme sobre todo en los carteles de la Guerra Civil Española, pues fue uno de los momentos más intensos de manifestación pública destinada al pueblo, en el que se transmitían principalmente dos mensajes: la implantación del odio al enemigo o la manifestación de esperanza en la victoria. (Moya-Arias, F. M. 2020)
Quizás el más reconocido cartel desde el bando republicano, es aquel que proclamaba: ¡No pasarán! Uno de los gritos que más se escuchó desde el bando socialista durante la guerra civil. Aquí, el autor, que se mantuvo en el anonimato, intenta que las letras se asemejen a la sangre derramada. El fondo es completamente amarillo, un color llamativo que, posiblemente, pretende que los transeúntes se fijen en él y capten todos los mensajes que en él se lanzan. Se ve como, además, los soldados no son exclusivamente hombres, sino que hay una mujer dentro de las filas, que hace referencia a como en el bando republicano, las mujeres no deben quedar relegadas al cuidado de los niños o de la casa, sino que en ese momento, ellas también debían colaborar y luchar por la causa que les concernía.
En este nuevo cartel, proveniente del bando nacional, se pueden apreciar significativas diferencias respecto al anterior cartel. Podemos ver como la gama cromática es ciertamente similar, pero en este caso es más en relación a los colores de la bandera española. No obstante, debido a la viveza de estos, consigue llamar la atención de cualquiera que lo ve. Es uno de los inicios de la bandera franquista, que toma el símbolo de armas de los Reyes Católicos. Asimismo, en contraste con el fondo, vemos a tres personas vestidas de azul: un soldado falangista, una mujer sosteniendo un ramo de flores y un hombre haciendo el saludo falangista. Además, vemos un león que ocupa un tercio del total del cartel, aclamando: Ha llegado España.
En definitiva, este cartel, obra del pintor catalán Josep Morrell, ciertamente representa todos los valores que el franquismo defendía: la disciplina, obediencia, el catolicismo y, sobre todo, la exaltación nacional. Respecto al valor de la mujer, se puede ver que, a diferencia del anterior cartel, que figuraba como una de las militantes del bando socialista, en esta ocasión está representada a la derecha de los hombres, relegada a un segundo plano y sujeta a los triunfos masculinos. En cierto modo, también es una fiel representación del valor que tendrá la mujer dentro del régimen franquista.
En conclusión, ambos carteles están hechos para llamar la atención e intentar transmitir un mensaje de hostilidad y enemistad, así como convencer al espectador de la victoria de dicho bando. Ya no solo tienen un gran valor artístico, sino que, con los carteles y el contexto en el que fueron creados, se puede ir viendo el avance de la guerra, así como todo aquello que defendía cada uno de los bandos. No solo tienen una estética singular, sino que guardan una notoria y manifiesta significación histórica, por lo que es importante que propongamos su estudio en mayor profundidad en Primaria, pues no solo podrán aprender acerca de la Guerra Civil, sino que los alumnos verán también algunos de los recursos retóricos y visuales que se utilizan en esta peculiar propaganda política.- Referencias bibliográficas:
Anónimo. (1936). ¡No pasarán! [Fotomontaje].
Anónimo. (1937). ¡¡APRIETA FUERTE COMPAÑERO!! [Fotomontaje].
Garriga-Nogues, R. G. (2008). Retórica y estética del cartel bélico. Carteles de la guerra: catálogo de la colección de la Fundación Pablo Iglesias (pp. 47-53). Fundación Pablo Iglesias.
Morrell, J. (1938). Ha llegado España [Ilustración].
Moya-Arias, F. M. (2020). CARTELES DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA.
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