Durante la clase del 3 de marzo, estuvimos aclarando lo que era la técnica del contorno ciego. Esta forma de dibujar consiste en realizar dibujos sin mirar el folio, por lo que, inevitablemente, estás forzado a confiar más en tus ojos y lo que ellos perciben. Inicialmente, los dibujos no son muy realistas y no hay apenas relación entre lo que estabas dibujando y lo que has plasmado en el papel, pero si dedicas unos pocos minutos al día a realizar esta técnica, finalmente tus habilidades artísticas mejoran porque te ayuda a ser más capaz de ver y observar en vez de dibujar lo que tú crees que debes dibujar.
En clase, dedicamos unos 10 minutos a experimentar con este tipo de técnica, pero se nos pidió como tarea que prácticaramos por nuestra cuenta e hiciéramos 5 dibujos de temática libre, los cuales adjuntaré a continuación.
Mano derecha
En clase, tomamos como referencia nuestra mano, y en casa volví a intentar dibujarla, dando así este resultado. Las mano es pequeña en comparación a los dedos, pero, he de decir que me salió mejor dibujándola sin mirar que no si intento hacer una mano fijándome en el papel.
Vasija
Esta vez, tomando como referencia una pequeña vasija que tengo en casa, intenté dibujarla pero apenas se distingue su forma, por lo que no estoy del todo orgullosa de este dibujo.
Jarrón con juncos
En este dibujo, tomé como referencia un jarrón decorativo. La forma no se distingue mucho porque es muy complicado seguir las líneas una vez has levantado el bolígrafo del folio, no obstante, me gusta el resultado de los juncos porque, a pesar de no saber qué estaba haciendo, al final son distinguibles y están relativamente bien dibujados.
Águila
Este dibujo es de una figura de un águila de juguete con un pez en sus garras. A pesar de que he calculado mal las proporciones y todas las partes de su cuerpo estén muy juntas, me parece que la forma de sus alas y sus plumas han quedado bien definidas, por lo que he de decir que me gusta.
Zapatilla
Como me ocurrió antes con el jarrón, es muy difícil que tu dibujo se asemeje a la realidad cuando levantas el bolígrafo porque ya no sabes ubicar el último trazo. Este dibujo, a pesar de que se diferencia bien lo que es, no me gusta realmente porque el objeto en sí tenía muchos detalles y han quedado todos descolocados, pero en general estoy satisfecha con el resultado.
En conclusión, he disfrutado mucho haciendo la tarea porque, a pesar de que inicialmente me produjo rechazo porque no sabía si sería capaz, me he demostrado a mí misma que sí lo soy. Además, aunque algunos dibujos no sean todo lo buenos que yo quisiera, al fin y al cabo se distingue bien lo que son, por lo que estoy ciertamente orgullosa. Asimismo, creo que nosotros, como futuros docentes, podríamos intentar llevar esta actividad a las aulas. En mi opinión, es muy divertida y puede hacer que los niños aprendan a observar y a dibujar lo que están viendo realmente, fijándose en los detalles que, normalmente, todos pasamos por alto. Además de enseñarles a ser más observadores, estaremos promoviendo la mejora de sus habilidades artísticas, así como su realización puede llegar a suponer una actividad mentalmente estimulante para alumnos de Primaria de cualquier etapa.
En definitiva, la técnica del contorno ciego si se utiliza bien puede tener un impacto muy positivo en los alumnos, y puede ser adaptado a cualquier curso de Educación Primaria, por lo que es una actividad que todos deberíamos plantearnos practicar en clase para promover los conocimientos artísticos, y no solo los instrumentales.
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