El 11 de marzo comenzamos a dibujar de la manera más esquemática posible el cuerpo humano, y en una de las fotos de referencia, apareció un modelo cuya postura se asemejaba a la letra S, la cual fue tremendamente popular en el Gótico pero ninguno de los que estábamos en clase nos acordábamos del nombre que recibió esa particular postura, por lo que, he decidido investigar acerca de ella.
Esa curva, se conoce como la curva praxiteliana. Su origen se remonta al siglo IV a. C. en Grecia, de mano del renombrado Praxíteles, cuyas esculturas gozaban de una gran fama y reconocimiento. Este famoso escultor estaba constantemente intentando innovar su arte y llevarlo al siguiente nivel y, en una de esas ocasiones, quiso darle un mayor movimiento y dinamismo a una de sus obras y, accidentalmente, en uno de sus tantos estudios corporales, logró crear la famosa curva.
La curva praxiteliana es una pose natural relajada que se logra cuando el peso del cuerpo del personaje se sostiene en una sola pierna mientras que la otra sirve como un elemento de balance, pero no en un estado de reposo, sino que parece estar en movimiento para seguir dando pasos y traspasar el peso a esa pierna. (Fernández, Tomás y Tamaro, E. 2004) La primera vez que se observó esta posición en una escultura fue en su obra Apolo Sauróctonos, que se puede encontrar en el Louvre, pero también lo aplicó en otras de sus esculturas como Afrodita Cnidia.
No obstante, la curva praxiteliana es ciertamente una postura más exagerada del contraposto, postura en la que la cadera de la pierna que pisa está más elevada, mientras que el hombro de ese lado está más inclinado. La postura en contraposto trata de crear movimiento en el cuerpo (Ockeghem, J, Dufay, G, & Isaac, H). Esta postura escultórica se popularizó a mediados del siglo XIII, en pleno arte gótico. Si bien este arte estaba más centrado en el desarrollo de estructuras arquitectónicas, las fachadas de estos edificios normalmente estaban decorados por multitud de estatuas. Las esculturas son más naturales; se acercan más a lo que es un cuerpo humano real. Asimismo, se les quiere dotar de mayor “expresividad” y a pesar de que los rostros son hieráticos, se comienza a ver un intento de dinamismo a partir del uso del contraposto, como sucede con la figura de la virgen y el niño, donde se puede ver como con el empleo de la postura, la virgen cobra un mayor realismo y da la sensación de vida y movimiento.
- Referencias bibliográficas:
Binski, P. (2018). The Gothic Line of Beauty: Motif and Medieval Aesthetics/La Línea de la Belleza en el Gótico: motivos y estética medieval. Quintana, 16 51-78. https://doi.org/10.15304/qui.16.5593
Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografía de Praxíteles». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004.
No hay comentarios:
Publicar un comentario